La masonería se basa en un conjunto de valores que guían la conducta de sus miembros y su interacción con el mundo. Libertad, igualdad y fraternidad no son solo lemas; son principios fundamentales que reflejan el compromiso de la masonería con el mejoramiento de la humanidad y la creación de una sociedad más justa.
La Libertad: El Pilar de la Autodeterminación
La libertad es uno de los valores más importantes en la masonería. Para los masones, la libertad implica mucho más que la ausencia de restricciones externas. Es la capacidad de cada individuo para elegir su propio camino y tomar decisiones morales basadas en su conocimiento y consciencia. La masonería promueve la autodeterminación, pero siempre dentro del marco del respeto mutuo y la ética.
La Igualdad: Un Derecho Inherente
La igualdad es otro valor central. En la masonería, todos los miembros son considerados iguales, sin importar su origen social, creencias religiosas o estatus económico. Este principio no solo se aplica dentro de la logia, sino que también se extiende a la visión masónica del mundo, donde todos los seres humanos tienen el derecho de desarrollarse plenamente. La masonería aboga por un trato justo y equitativo para todas las personas.
La Fraternidad: La Unión de Hermanos
El valor de la fraternidad fomenta una relación de hermandad entre los masones, basada en el respeto mutuo y el apoyo solidario. Los masones no solo trabajan en su propio mejoramiento personal, sino que también se apoyan entre sí para lograr un crecimiento común. La fraternidad masónica va más allá de la logia, extendiéndose a un compromiso con el bienestar social.
Conclusión
Libertad, igualdad y fraternidad son los tres pilares que sostienen la ética masónica. Estos valores son aplicables no solo dentro de la logia, sino también en la vida cotidiana, inspirando a los masones a actuar con justicia, equidad y humanidad en todas sus interacciones.