La ética es uno de los pilares fundamentales de la masonería. El comportamiento ético no es solo un código que los masones deben seguir dentro de las logias, sino una guía para su vida diaria. Los principios éticos masónicos buscan formar individuos que contribuyan positivamente a la sociedad, guiados por la rectitud, la justicia y el respeto hacia los demás.
La Ética Personal en la Vida Masónica
La masonería enseña que el camino hacia el perfeccionamiento comienza con uno mismo. Los masones deben examinar continuamente su propia conducta y motivaciones, asegurándose de que sus acciones sean coherentes con los valores masónicos de integridad y honestidad. La autoevaluación y la mejora constante son esenciales para un comportamiento ético.
Justicia y Rectitud: Dos Pilares Fundamentales
La justicia y la rectitud son valores masónicos clave que guían la toma de decisiones y la interacción con los demás. Un masón debe actuar con justicia, no solo para sus hermanos, sino para todas las personas. La rectitud se refiere a hacer lo correcto, incluso cuando nadie está observando, manteniéndose fiel a los principios morales.
Ética Social: Un Compromiso con la Sociedad
Los principios éticos masónicos no se limitan al ámbito individual. La masonería también enseña la responsabilidad social, alentando a sus miembros a actuar de manera que beneficien a la sociedad en general. Esto implica contribuir al bienestar común, defender los derechos humanos y trabajar por un mundo más justo y equitativo.
Conclusión
La ética en la masonería es más que un conjunto de reglas; es una filosofía de vida que busca guiar al masón en todas sus interacciones. Al practicar la justicia, la rectitud y la responsabilidad social, los masones buscan no solo mejorar su propio carácter, sino también contribuir al progreso de la humanidad.